"Seguimos dispuestos a tomar nuevas medidas en caso necesario, con este objetivo continuamos colaborando con nuestros socios para incrementar la presión contra Rusia", dijo el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, tras reunirse con la ministra de Finanzas ucraniana, Natalia Yaresko. El ejecutivo agregó que EEUU prefiere una solución política que permitiría reducir las sanciones antirrusas.
La posibilidad de levantar las restricciones, indicó Lew, depende de si Moscú cumple con los llamados acuerdos de Minsk que buscan solucionar la crisis ucraniana.
Precisamente ese conflicto y también la reintegración de Crimea al territorio ruso provocaron la guerra de sanciones entre Rusia y Occidente.
En particular, EEUU y la Unión Europea embargaron el sector petrolero ruso y el de defensa, además de restringir la financiación a mediano y largo plazo a varios bancos con participación pública y aplicar restricciones individuales contra ciertos políticos y empresarios rusos.
Rusia, por su parte, vetó por un año algunas importaciones alimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
Moscú insiste en que no toma parte en el conflicto ucraniano y ha negado en múltiples ocasiones las acusaciones de apoyar militarmente a los independentistas del este de Ucrania.