1.- La información de las ventas internas hasta el mes de agosto mantienen la línea de superación de la caída del 2020, con un resurgimiento del transporte y la hotelería.

Es evidente la recuperación de la economía nacional. Nuestra estimación de los dos trimestres finales de este año nos mejoran la previsión de crecimiento del 2021 al ubicarlo en el 3.67%, frente al 3,37% anterior.
La inflación sigue en los niveles deprimidos y menores a las de los países con los cuales mantenemos relaciones económicas, por lo cual se convierte en un instrumento de recuperación de la competitividad.

Los resultados de la balanza de pagos están en niveles razonables que permiten considerar al sector externo con un escenario cómodo.

2.- La recuperación del crédito del sistema financiero es evidente y empuja al mejoramiento general de la economía. El sistema usa los excedente de liquidez y los mantiene en buen nivel. Sobre la morosidad poco se puede señalar pues siguen en vigencia las normas de "acomodo" temporal. Las cooperativas siguen captando mayor participación de mercado.
No hay señales de un cambio de tendencia en la liquidez del sistema. Tampoco en restricciones al crédito. Las tasas mantendrán cierta tendencia asintótica a la baja.

La reforma tributaria y la proforma del 2022 son dos decisiones que pueden abrir un 2022 mucho más activo.

        
3.- En los mercados internacionales, hay claras indicaciones del inicio de la etapa de reducción de las líneas de liquidez de los bancos centrales, pero sin modificar las tasa de interés. Por lo menos en el caso de la FED, parece claro que las tasas sólo serán analizadas después de tener avanzado este proceso de retiro de la política de QE.