Manabí- El Oro-Santo Domingo

Desde el aire se aprecia la magnitud del desastre, de lo devastador que está resultando el invierno, especialmente para poblados de zonas rurales. Y eso se evidencia en monitoreos aéreos realizados en zonas de Sacón y Camino a la Cruz Alta de Miguelillo, en Manabí, donde los deslaves han dejado casas destruidas y otras aisladas.

En esta provincia, las lluvias ya han dejado unas 2.000 familias afectadas, 50 personas damnificadas y 2.400 viviendas con alguna afectación.

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Los estragos del invierno también golpean zonas rurales de El Oro. Un deslave que se registró la madrugada de ayer en la vía Lourdes-Salatí impidió el paso vehicular a tres parroquias rurales del cantón Portovelo. La mayoría de familias de estos sectores son agricultores y obreros de las minas.

Rosa Méndez, moradora de la parroquia Güizhagüiña, dijo que en la madrugada se registró una fuerte lluvia en este sector y se produjo un deslave en el sitio denominado Loma Larga, que obstaculizó el paso vehicular y los comuneros se ingeniaron para cruzar.

“En la madrugada solo estaba tapado un carril, luego a las seis de la mañana se tapó toda la vía”, aseguró la mujer que no pudo cruzar para ir a su finca.

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Mientras, en Santo Domingo de los Tsáchilas, la Prefectura reportó 23 emergencias generadas por precipitaciones. La parroquia rural Santa María del Toachi ha sido la más afectada por el colapso de un puente y deslizamientos continuos.

La crecida del estero Bimbe ocasionó que la estructura de un puente no resista y se hunda. En la parroquia Alluriquín varias alcantarillas colapsaron por la crecida de ríos, además hubo deslizamientos. (I)